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Docencia Antropología en Aulas Universitarias Diversas

ENSEÑAR ANTROPOLOGÍA HOY. PRÁCTICAS DOCENTES EN AULAS DIVERSAS
Coordinadores:
Diana Mata-Codesal, dianamata@ub.edu
Jordi Tomàs, jordi.tomas@ub.edu

Propuesta de panel
11º Congreso AIBR, Santander 1-4 Julio 2025

Fecha límite para envío de propuestas de comunicación de entre 175 y 200 palabras a las coordinadoras: 9 de enero 2025

Las aulas universitarias son cada día más diversas, lo que nos enfrenta en nuestra docencia a nuevos retos relacionados con la enorme y creciente diversidad de género, origen, clase, funcional, idioma, creencias religiosas y un largo etcétera. Esta pluralidad, uno de los ejes fundamentales de la historia de la disciplina, nos ofrece múltiples posibilidades pero también retos pedagógicos, metodológicos y éticos sobre los que necesitamos reflexionar. Por otro lado, el alumnado ha crecido en un entorno lleno de estímulos a partir de las nuevas tecnologías, con un acceso nunca visto a información muy diversa. Construir el conocimiento y enseñar la disciplina desde este nuevo contexto -más aún con el uso de la Inteligencia Artificial- también nos impele a nuevas estrategias docentes y a nuevas reflexiones (Messeri 2023; Zurru 2024).
Este panel pretende ser un punto de intercambio de experiencias docentes con el objetivo de reflexionar sobre las formas que tenemos (o no) de generar aprendizajes activos (Polymeropoulou 2023; Lumpkin et al. 2015) y fomentar el pensamiento crítico de los y las estudiantes de antropología (hooks 2022; Freire y Faundez 2013) que nos permita debatir sobre cómo podemos despertar el interés del alumnado en un mundo saturado de información escrita y audiovisual (Apostolidou 2023), en qué sentido podemos descolonizar los discursos y los materiales usados en la docencia de la antropología (Karampampas 2023; Van den Berg 2021), de qué formas podemos aplicar a nuestra docencia una antropología comprometida (Daxini y Yano 2024), cómo podemos construir confianza en el aula y conseguir que sea un lugar de encuentro y diálogo (Bastide 2012; hooks 2023), cómo podemos animar al alumnado a compartir sus experiencias y que estas nutran al conjunto de la clase (Ironside 2003; hooks 2023), como gestionar la pluralidad de emociones que pueden provocar los debates que proponemos (hooks 2023), de qué maneras podemos incorporar los temas de interés y las reflexiones del alumnado en nuestras aulas, sesiones y programas (Lumpking 2015; Ventura et al. 2016; Tomàs et al. en prensa), o cómo podemos redefinir la relación entre enseñanza, aprendizaje e investigación que se da a menudo en las aulas (Contijoch 2018; Polymeropoulou 2023).

Referencias:
Apostolidou, Anna (2023) Multimodal ethnographies for teaching anthropological sensibilities. Disponible en: https://teachinganthropology.org/multimodal-ethnographies-for-teaching-anthropological-sensibilities/
Bastide, Hubert (2012) Three challenges in teaching anthropology. Teaching Anthropology 1(2): 56-67.
Contijoch, Marta; Engel, Gioia; Gutiérrez, Rita; Ladero, Oskar-Ananda; Icardo, Anna; Gimeno, Helena; Cortés, Gina y Larrea, Cristina (2018) El análisis de las narrativas sobre trastornos y enfermedades crónicas: experiencia en la formación como antropólogo/a en el grado de Antropología Social y Cultural de la Universidad de Barcelona. Quaderns 23 (1): 3-17.
hooks, bell (2022) Enseñar Pensamiento Critico. Barcelona: Rayo Verde Editorial.
Van den Berg, Lisette (2021) On learning and unlearning ‘objective’ anthropology. Teaching Anthropology 10(4): 56-67.
Daxini Shivani y Yano, Christine (2024) Applied / Engaged / Activist / (ultimately) Kuleana Anthropology in the Classroom and Beyond – An Interview with Professor Christine Yano. Teaching Anthropology 13(1): 118-122.
Freire, Paolo y Faundez, Antonio (2013) Por una Pedagogia de la Pregunta. Crítica a una educación basada en respuestas a preguntas inexistentes. Buenos Aires: Siglo XXI.
Ironside, Pamela (2003) New pedagogies for teaching thinking. The lived experiences of students and teachers enacting narrative pedagogy. Journal of Nursing Education 42 (11): 509-516.
Lumpkin, Angela; Achen, Rebecca y Dodd, Regan (2015). Student perceptions of active learning. College Student Journal 49: 121-133.
Karampampas, Panas (2023) Decolonising Teaching and Learning in Anthropology, A Holistic Approach. Teaching Anthropology 12(2): 27-39.
Messeri, Lisa (2023) Teaching with ChatGPT. Critiquing Generative Artificial Intelligence from the Classroom. Anthropology Now 15(1): 84–92.
Polymeropoulou, Marilou (2023) Active learning as a pedagogical strategy to enhance the learning of anthropology. Disponible en: https://teachinganthropology.org/active-learning-as-a-pedagogical-strategy-to-enhance-the-learning-of-anthropology/
Tomàs, Jordi; Pérez, Julieta; Grau, Rita; Martos, Violeta; Diaz, Laura; Aldabert; Gemma y Casanova, Yolanda (en prensa) Fora de l’aula. Reflexions sobre una activitat amb Casa Àsia. Antropologia de la Societat Contemporània, 1r curs. (Cont)Textos 14.
Ventura, Montse; Martínez, Monica y Larrea, Cristina (2016) La Viquimarató d’antropologia com a projecte Docent. Una experiència en l’ensenyament de l’etnologia regional d’Amèrica. Perifèria 21(1): 88-110.
Zurru, Antioco L. (2024) Reverting to the Oracle. Anthropological, Ethical, and Pedagogical Questions about Artificial Intelligence. Journal of Inclusive Methodology and Technology in Learning and Teaching 4(1): 1-7.

Museos de la Migración

El Museo de la Emigración en Colombres (Asturias) de la Fundación Archivo Indiano era una visita que tenía pendiente desde hace muchos años.

Es uno de los museos sobre la migración que hay repartidos por el mundo como el Museu de l’Història de la Immigració a Catalunya en Badalona, La Cite Nationale de l’Histoire de l’Immigration en Paris, el Ellis Island National Museum of Immigration en Nueva York o el Memorial do Imigrante en Sao Paulo.

El de Colombres está situado en una impresionante casa indiana, de las varias que hay en este pequeño pueblo asturiano y a partir de las cuales se construye una narrativa específica de la emigración que se moviliza actualmente con fines turísticos.

La palmera como símbolo de quienes fueron a hacer las Américas y regresaron con semillas que plantaron en las casonas que se construyeron con el dinero de la emigración en sus lugares de origen.

Es una narrativa que habla de las penurias iniciales, la incertidumbre, el trabajo duro finalmente recompensando y el mantenimiento de las relaciones con el lugar de origen. Es, desde luego, una visión sesgada que recoge la memoria de quien quiere recordar, de quien le fue bien.

Famosa fotografía de Manuel Ferrol realizada el 27 de noviembre de 1957 que forma parte de un reportaje encargado por el Instituto Español de Emigración sobre las despedidas entre los emigrantes y sus familias en el puerto de La Coruña cuando embarcaban en el transatlántico Juan de Garay con destino a Buenos Aires. Quienes salen en la foto son un padre y su hijo, se cree que Xan y Xurxo Calo de Finisterre.

De lo mejor del museo, la sala dedicada al exilio republicano donde aparecen los documentos que México dio a sindicalistas asturianos como Belarmino Tomás Álvarez quien fue secretario general del SOMA-Sindicato Minero Asturiano, para que pudieran salir de España tras terminar la Guerra Civil.

Northern Valleys

Reading an old ethnography of a Northern Spanish Valley, Person and God in a Spanish Valley. It was written by Californian-trained anthropologist, William Christian, after his stay in the Nansa Valley in the 1960s.
Reading old ethnographies is a necessary activity because I think we should value past works and nuance our allure with the very latest. It helps to reinforce the understanding of scientific knowledge as dialogue and to counter-balance the usual narrative of individual-led changes.
It is also interesting to act as the researched group, looking at what things encountered by  in the 1960s, applied also to my childhood in a nearby valley some thirty years later.
To add further, Arnau Ruiz De Villa did a wonderful photographic project in the Nansa Valley, along with men still harvesting hay to feed cattle in the winter.

CfP Panel sobre Fenomenología en Antropología

S-1 ENFOQUES FENOMENOLÓGICOS: SU PRESENCIA Y ALCANCE EN LA ANTROPOLOGÍA IBÉRICA

 

Coordinación:

Diana Mata Codesal
Universitat de Barcelona/ICA
dianamata @ ub.edu

Carlos Diz
Universidade da Coruña/AGANTRO
carlos.diz @ udc.es

 

Simposio dual:

  1. Parte clásica de presentaciones.
  2. Parte paseada para reflexiones metodológicas a partir de la in/movilidad del cuerpo.

Como indicaran Desjarlais y Throop (2011), la investigación antropológica fenomenológicamente orientada ha crecido en las últimas décadas. Los enfoques fenomenológicos en antropología no conforman un corpus homogéneo, ni en sus referentes ni en sus concreciones analíticas, siendo aplicados en variedad de temas: la experiencia del dolor (Le Breton 2019), la experiencia corporizada de la diferencia (Ahmed 2007), el pensamiento encarnado (Rosaldo 1984), las técnicas y habilidades (Ingold 2000), el cuerpo en movimiento (Spinney 2006), la materialidad incorporada de la alimentación (Mata-Codesal y Abranches 2017), la relación (metodológica) con el entorno (Ruiz-Ballesteros y Valcuende 2020), o la experiencia vivida del ”fuera de lugar” o displacement (Jackson 1995), formas todas de estar-en-el-mundo y habitarlo (o no) desde una intersubjetividad encarnada. Se descentra el sujeto en un “giro hacia fuera” (Ahmed 2019) que difumina las fronteras (supuestamente) nítidas entre el yo y el/lo otro para enfocarse en procesos de inmersión, cohabitación y co-constitución mutua, cada vez más visibilizados en un mundo de interdependencias múltiples.

La percepción y la experiencia aparecen como ejes centrales de la aplicación fenomenológica en antropología (Ram y Houston 2015). Dos elementos destacamos como pivotantes: 1) el interés por una existencia somática en, desde y hacia el cuerpo, el cual 2) se encuentra inmerso en el entorno, habitando el mundo, como condición inescapable de su existencia (Ingold 2000).

De particular interés ha sido el enfoque fenomenológico en investigaciones donde cuerpo y sensorialidad son centrales. Desde el interés temprano por las técnicas del cuerpo apuntadas por Mauss (1936), continuadas por Bourdieu en su habitus (1998) y ampliadas en la sociología carnal de Wacquant (2004), el cuerpo ha pasado de ser un “objeto” de estudio relevante para la antropología “clásica” (Douglas 1996) a ser el agente central en las relaciones cuerpo-mundo (Csordas 1990; Diz 2018), algo palpable en la antropología feminista (Esteban 2004). En paralelo a esta antropología del cuerpo encontramos los desarrollos de la antropología sensorial (Howes 2014), desde sus primeros pasos (Stoller 1989) a sus ejercicios etnográficos actuales (Pink 2015). Lo sensorial como relación con el mundo se culturiza y abre camino a trascender dicotomías asentadas (afuera-adentro, mente-cuerpo, yo-otro, razón-emoción, humano-no humano…).

Ese cuerpo sensible se abre al mundo y a los demás en un entrelazamiento (entanglement), incorporación (embodiment), y emplazamiento (emplacement), elementos procesuales que remiten a una relacionalidad constituyente. Esta relacionalidad nos sitúa ante la pregunta por las fronteiras, que los enfoques fenomenológicos difuminan y a la vez estiran, contestan y a la vez constatan, conscientes de las asimetrías que las recorren y permean.

En este simposio queremos calibrar el alcance de los enfoques fenomenológicos en las investigaciones antropológicas llevadas a cabo en la península ibérica. Nuestra intuición es que enfoques de este tipo subyacen en investigaciones antropológicas de temática diversa, aunque este andamiaje, teórico a veces, metodológico otras, no es siempre explícito. Sentimos que la dispersión temática da lugar a una fragmentación teórica y un aislamiento de investigadoras/es que limita el auto-reconocimiento de aquellas/os que utilizamos enfoques fenomenológicos. Este simposio pretende ser un punto de encuentro y diálogo entre materiales empíricos diversos, pero que comparten guías teórico-conceptuales que beben de postulados fenomenológicos y se interesan por “los-mundos-de-la-vida” y la experiencia encarnada del estar, con otros/as, en el mundo.

Para complementar esta puesta en común en formato de presentaciones, proponemos una segunda parte del simposio experimental y en forma paseada, donde no se requerirían elementos técnicos en particular. A partir del cuerpo en movimiento y la activación perceptiva de los sentidos, proponemos generar crítica y colectivamente reflexiones metodológicas sobre la relación cuerpo-entorno, sin olvidar las posibles exclusiones que este tipo de propuestas podrían generar para algunos colectivos.

Un listado no exhaustivo de temáticas posibles incluiría investigaciones sobre:

  • Sensorialidad de la experiencia vivida
  • Paisajes sensoriales (sensescapes)
  • Percepciones “alteradas”
  • Dolor
  • Encarnación de la diferencia y la alteridad
  • Habilidades, saberes, conocimientos encarnados
  • Movimiento e in/movilidad
  • Alimentación
  • Técnicas y tácticas del cuerpo
  • El cuerpo y la sensorialidad en relacionalidades híbridas y/o más-que-humanas
  • Tecno-ecologías del cuerpo

Idiomas:

castellano, gallego

Referencias: 

Ahmed, Sara (2007) “Phenomenology of whiteness”. Feminist Theory 8(2): 149-168.

Bourdieu, Pierre (1994) “Structures, Habitus, Power: Basis for a Theory of Symbolic Power”. En Dirks, N. et al. (eds.) Cultures, Power, History. Princeton: Princeton University Press.

Csordas, Thomas (1990) “Embodiment as a paradigm for Anthropology”. Ethnos 18(1): 5-47.

Desjarlais, Robert, y Jason Throop (2011) “Phenomenological approaches in anthropology”. Annual Review of Anthropology 40: 87-102.

Diz, Carlos (2018) “Tácticas del cuerpo: activismo y resistencia en la ciudad en crisis”. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares LXXIII(1): 127-152.

Douglas, Mary (1996) Natural Symbols. Londres: Routledge.

Esteban, Mari Luz (2004) Antropología del Cuerpo. Barcelona: Bellaterra.

Howes, David (2014) “El creciente campo de los estudios sensoriales”. Revista Latinoamericana de Estudios sobre Cuerpos, Emociones y Sociedad 6(15): 10-26.

Ingold, Tim (2000) The Perception of the Environment. Essays on Livelihood, Dwelling and Skill. Londres: Routledge.

Jackson, Michael (1995) At Home in the World. Durham: Duke University Press.

Kalpana, Ram y Houston, Christopher (2015) Phenomenology in Anthropology. Bloomington: Indiana University Press.

Le Breton, David (2019) Antropología del Dolor. Madrid: Metales Pesados.

Mata Codesal, Diana y Abranches, Maria (2017) Food Parcels in International Migration. Londres: Palgrave.

Mauss, Marcel (1936) “Les Techniques du Corps”. Journal de Psychologie 32(3-4): 365-386.

Pink, Sarah (2015) Doing Sensory Ethnography. London: SAGE.

Rosaldo, Michelle (1984) “Toward an Anthropology of self and feeling”, En Shweder, R. y Levine R. (eds.) Culture Theory: Essays on Mind, Self and Emotions. Cambridge University Press.

Ruiz-Ballesteros, Esteban y José María Valcuende (2020) “Cuerpos en el entorno: Reflexiones para una etnografía de las percepciones ambientales”. AIBR 15(1): 105-128.

Spinney, Justin (2006) “A place of sense: a kinaesthetic ethnography of cyclists on Mont Ventoux”, Environment and Planning D: Society and Space 24(5): 709-732.

Stoller, Paul (1989) The Taste of Ethnographic Things. Philadelphia: University of Pennsylvania Press.

Wacquant, Loïc (2004) Entre las cuerdas. Madrid: Alianza.

Experiencia encarnada de estar en el mundo

Por fin he podido poner un poco de orden en todo lo que ando leyendo y pensando en los últimos años sobre movilidad, cuerpo y sentidos en torno a la idea fenomenológica básica de la co-producción de la experiencia encarnada de estar en el mundo.

Llegué a la fenomenología buscando una base teórica para algo en lo que llevaba trabajando desde que empecé en la investigación, con mi trabajo para la tesis de master y cómo la alimentación activaba, también corporalmente, experiencias del hogar en personas que lo habían dejado atrás al iniciar procesos migratorios. Con el tiempo amplié esa investigación sobre los paisajes alimentarios de migrantes ecuatorianos en tres espacios bien diferentes, el barrio de Queens en EEUU donde existía una importante población ecuatoriana, el caso de Londres donde en el momento de la investigación había muy pocas personas ecuatorianas residiendo pero donde hay comunidades migrantes asentadas que permiten aplicar técnicas de pick-&-mix gracias a los recursos alimentarios de estos otros grupos, y el caso de la ciudad de Santander donde no había ni una presencia ecuatoriana importante ni de ningún otro grupo migrante hace una década.

Durante el trabajo de campo en los Andes ecuatorianos para mi investigación doctoral escribí un pequeño texto sobre cómo el cuerpo también se vino al campo conmigo, algo sobre lo que no había leído en mi preparación para hacer trabajo de campo. Y os aseguro que leí de manera obsesiva, como una manera de compensar el miedo que tenía por ser una persona muy tímida a no ser capaz de hacer trabajo de campo. Me extrañó la ausencia del cuerpo, los sentidos, en todo lo que leía, como si fuera algo obvio que no requería reflexión, algo sobre lo que por suerte cada vez hay más antropólogas que escriben y reflexionan. En mi caso fue gracias a elementos profundamente sensoriales y corporizados que pude generar relaciones de reciprocidad y mayor horizontalidad, un reconocernos corporal frente a todas nuestras otras diferencias. Fui honesta en el texto que escribí, hablando de aspectos que a mi en ese momento me resultaba difícil mostrar, pero algo de lo que a día de hoy no me arrepiento.

A mi interés por la alimentación que dio lugar a varias publicaciones más se unió el interés por el olor en una confluencia entre lo personal y lo académico, aunque siempre me pregunto si en antropología se puede hacer realmente esta distinción. Mi pareja padece anosmia congénita y en el momento de llevar a cabo el trabajo de campo en un barrio de Barcelona yo estaba embarazada, con lo que tenía aún más afinado un sentido del olfato que ya de normal tenia bastante entrenado. Ese texto, que dediqué a mi hija Elia, es una de los que más he disfrutado dándole forma.

Todas estas vivencias encarnadas eran para mi sin duda de lo que está hecha la vida, social y mamífera de los humanos. Leí mucho, obsesivamente, y disfruté tremendamente las etnografías así como los estudios históricos de los estudios sensoriales y de la etnografía sensorial. A esto se unió que tuve la suerte de dar clase de antropología durante un par de cursos a estudiantes de Bellas Artes. Aunque fueron los años de las restricciones por la covid19, en los que el uso obligatorio de la mascarilla y la distancia social interrumpían la continuidad de la sensorialidad de la vida a la que estábamos acostumbradas, esa misma interrupción brusca hacía “visible” la parte sensible de nuestra experiencia diaria que habitualmente se encuentra “invisibilizada”. Tuve la suerte de que la propuesta pedagógica que les hice de aplicar técnicas que utilizamos en la antropología para que aprendieran haciendo el uso de técnicas como la entrevista, las derivas urbanas o la observación flotante entre muchas otras, dio lugar a trabajos excepcionales sobre el olor, el dolor, el cuerpo en movimiento, etc. que gracias a la creatividad de los y las estudiantes de Bellas Artes me permitió  experimentar y reflexionar sobre las posibilidades de elicitación de un sentido como el olfato para el que carecemos de vocabulario específico así como sobre cuestiones representacionales de todo aquello que tiene que ver con el cuerpo y los sentidos.

Y a pesar de lo satisfactorio que me resultaba leer sobre tipologías, relaciones de poder, simbologías sensoriales, no dejaba de encontrarlas, como mi propio trabajo, demasiado descriptivas, una magnífica escritura evocativa que no era capaz de abstraer más allá de cuestiones largamente establecidas.

Y es ahí donde, tras mi paso por la economía, la antropología y los escarceos con la geografía humana, siento que me hace falta leer (y tratar de entender, algo no fácil para alguien que no tiene formación filosófica previa) filosofía. Y llego a la fenomenología de la mano de Sara Ahmed. Y ahí ando. Por si alguien se encuentra también explorando, dejo un pequeño esquema en el que trato de ubicar mis intereses de investigación y poner en relación algunas de las autoras y autores y sus principales conceptos.

Mind map con flechas y cuadros

Teorizar la inmovilidad desde la antropología

Llamada a propuestas de comunicación para el simposio:

Teorizar la inmovilidad desde la antropología: experiencias, normatividades y articulaciones

https://coca.antropologia.cat/simposi/19-teorizar-la-inmovilidad-desde-la-antropologia-experiencias-normatividades-y-articulaciones/

Coordinado por Diana Mata Codesal y Fabiola Mancinelli (Universidad de Barcelona) en el 2º Congreso Catalán de Antropología (CoCa). El plazo para el envio de propuestas termina el 31 de agosto de 2021. Las comunicaciones pueden ser en catalán o castellano. El Congreso tendrá lugar en Girona, los días 27, 28 y 29 de enero de 2022.

Este simposio invita a una exploración teórica y empíricamente fundamentada de las definiciones, posibilidades y limites teóricos de la inmovilidad como concepto. A partir de una mirada relacional y situada en la actual fase capitalista, el simposio plantea que existe una tensión dialéctica, basada en diferenciales de poder, que aúna la movilidad y la inmovilidad, constatando que de la misma forma que el ser móvil tiene significados diferentes según las personas y los lugares, las comprensiones de la inmovilidad también son complejas y dinámicas. Para ello invitamos contribuciones etnográficas que muestren el rango de experiencias que puedan tener cabida bajo la etiqueta de inmovilidad dado que tradicionalmente esta ha sido definida en negativo, como la ausencia de movilidad. Estamos especialmente interesadas en aquellas propuestas que presten atención a 1) procesos de significación asociados a la inmovilidad; 2) sistemas de atribución de derechos que establezcan quién está autorizado o no a qué tipo de inmovilidad; así como a 3) las articulaciones existentes que engarcen la inmovilidad con situaciones de movilidad, con distintas intensidades y a distintos niveles y escalas.

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Petricor, el aroma de la lluvia

Las medidas de distanciamiento físico implementadas para contener la transmisión de la covid y el uso de mascarilla han supuesto un cambio brusco en el régimen sensorial de muchas de nosotras. La sensorialidad de nuestro día a día se ha visto abruptamente modificada, llevándonos en ocasiones y sobre todo al principio a un malestar corporal, un no saber cómo comportarnos, que se sentía en el cuerpo. ¿Os acordáis de cómo os sentíais al no saludar o despedirnos sin darnos besos, abrazos o apretones de manos? La inicial incomodidad corporal era consecuencia del cambio abrupto en un ritual corporal que teníamos internalizado, que nuestro cuerpo sabía y hacía sin pensar. La extrañeza ponía de manifiesto todo ese saber no articulado y difícilmente articulable que reside en el cuerpo (como montar en bicicleta) sobre el que de repente debido al cambio rápido impuesto adquiríamos consciencia.

Los sonidos de la voz humana se amortiguan con la mascarilla, quienes llevan gafas con la mascarilla sin lugar a dudas ven limitada su visibilidad, a través de las gafas enteladas con el aliento los colores seguramente se perciben menos brillantes, el sentido del tacto, fuente de placer se ha convertido ahora en una fuente de riesgo a evitar. Hace poco salía un artículo periodístico que apuntaba a la importancia del tacto en la sociabilidad humana (podéis leerlo aquí, esta en inglés).

Pero sobre todo el olor se ha visto modificado. La mascarilla añade una capa sobre la nariz y limita un sentido al que normalmente no prestamos mucha atención a pesar de su ubicuidad (o tal vez por ella). De hecho hay muy pocas palabras en el idioma español para definir específicamente un olor. Tenemos que recurrir a comparaciones “huele como o huele a”. Si lo comparamos con la ingente cantidad de palabras para definir colores es muy fácil situar la importancia que le damos a lo visual y a lo olfativo en nuestro contexto.

Petricor es una de las pocas palabras que existen en castellano para hace referencia directa a un olor, el olor de la tierra mojada después de llover. Petricor, el aroma de la lluvia, término que proviene del griego, petra-piedra y ikhor-líquido que fluye por las venas de los dioses[1]. Recuerdo ese olor, el olor de jara mojada cuando abríamos rápidamente las ventanillas del coche al llegar al pueblo castellano de mi madre para las vacaciones en verano. Probablemente nunca, o muy pocas veces olí físicamente ese olor, ya que agosto en Zamora no suele caracterizarse por lluvias. Ese es uno de los atributos del olor, su capacidad para emanar, re-crear experiencias pasadas de una manera sensorial. La famosa madalena de Proust.

Otra lluvia memorable tuvo lugar a muchos kilómetros de distancia, con un océano de por medio, en los Andes ecuatorianos en la estación seca, cuando tras muchos días se sequía en la que llovían cenizas debido a las quemas de los restos de la caña de azúcar tras la zafra y sin agua corriente, de repente empezó a llover muy fuerte. Ha sido sin lugar a dudas el petricor que más me ha gustado, y la mejor ducha de mi vida!

[1] Aunque para ser precisas, hay que decir que es una invención lingüística hecha por geólogos en la década de 1940, originalmente en inglés pero actualmente en consideración por la RAE para ser includia en el diccionario.

Crisis y sentidos de injusticia

Acaba de salir publicado el libro editado por Sílvia Bofill y Mikel Aramburu Crisis y sentidos de injusticia : tensiones conceptuales y aproximaciones etnográficas, en el que he tenido la suerte de participar con el capítulo “Luchas por el control de lo escaso en un barrio de Barcelona“.

 

 

 

 

 

 

 

Partiendo del concepto de escasez, trato de explicar las respuestas locales a las tensiones generadas como consecuencia de formas intensas y, en ocasiones, incompatibles de estar en una plaza de un barrio periférico de Barcelona en un contexto de escasez material (de bienes y servicios de uso público, incluidos espacios al aire libre de acceso abierto no mercantilizados, como plazas y zonas de juego) que tiene lugar en un espacio de escasez simbólica o falta de reconocimiento (Fraser, 2000). Esta falta de reconocimiento es consecuencia del estigma territorial que ha acompañado tradicionalmente a este barrio y a sus habitantes desde la génesis en su forma actual con la llegada de gran número de migrantes internos a Barcelona en las décadas posteriores a la Guerra Civil.

En el contexto de polarización económica generado por la crisis y el desmantelamiento de las escasas redes de apoyo social del estado de bienestar en España en general y en Cataluña en particular (los recortes sociales fueron más intensos que la media estatal y en 2017 era la comunidad autónoma que mayor proporción de recorte en gasto social y sanitario mantenía), la competencia por recursos cada vez más escasos entre los sectores en la parte baja de la estructura social se percibe por muchos de estos grupos como la única estrategia para asegurarse el acceso a alguno de los pocos recursos todavía disponibles. Esa misma competencia y las lógicas de los juegos de suma cero avivan los sentimientos de injusticia cuando no se produce el acceso a los recursos disponibles o cuando, aun accediendo, estos son insuficientes (Aramburu, 2020: 208).

La escasez y el recurso preferencial a la competencia como mecanismo de reparto de la misma se apoyan en lógicas clasificatorias que dividen a sujetos y grupos en merecedores y no merecedores. El merecimiento es una pieza clave de la llamada economía moral del neoliberalismo. Como argumentan Aramburu y Sabaté (2020: 98), los juicios sobre el merecimiento de alguna persona o grupo de personas son a menudo juicios sobre derechos. En el caso etnográfico que nos compete nos encontramos con un grupo de vecinos antiguos que reclama derechos sobre las escasas plazas y espacios al aire libre de acceso abierto del barrio, en concreto, el derecho a determinar las maneras correctas de comportarse en estos lugares. Este grupo de vecinos está compuesto por personas de edad avanzada con unas demandas específicas de uso sobre la plaza que son, por lo general, diferentes de las de otros grupos generacionales (frente a, por ejemplo, la necesidad de espacios para jugar a la pelota de los niños, estos vecinos mayores requieren de espacios para salir de casa y descansar tranquilamente, lo que genera tensiones por las formas de estar en la plaza). Buscan en definitiva establecer los comportamientos adecuados e inadecuados en la plaza y, de esa manera, marcar quién merece estar en la plaza, cuándo y cómo. Para ello aplican la terminología del in/civismo como forma localizada de la gramática del merecimiento, que permite dividir a quienes se encuentran en la plaza entre cívicos e incívicos.

Vigilant Immobility

At the end of 2018, I was challenged to think about waiting (you can see it here). I had no idea of how premonitory that would be. At that time, I argue that it could be fruitful to think beyond the «waiting for» perspective. My aim was trying to figure out how «waiting with» could change our experience of waiting. We live in a society that depicts itself as always in movement, 24/7 as something good. We got the imaginary that if we don´t move, we get stuck. Movement, speed, motion… all mottos of our time. We live projecting forward, the future as the most important time. Doing things, or not doing them, for the sake of the future, we keep on investing for the future… This, often individualistic, linearly progressive inclination prevents us from looking around, for inhabiting the present.

However, the possibility of “waiting with” is increasingly becoming not accessible for most people, as more and more we are forced to engage in what I call «stressful waiting». In a sort of alert stasis, many people -being asylum seekers on-premises waiting to file their asylum claim, migrants waiting for the right time to bodily cross the border, unemployed workers waiting for the phone to call- live in a state of «vigilant immobility». Long waiting periods alternated with short windows of opportunity demanding an immediate response. It creates the need to be in a state of constant alert while waiting, with no information about when or how the chance to act or move is going to arrive, or even if it will ever come up. The temporal horizon is variable, running from hours to years (in some cases comprising even more than one lifetime).

Pandemia y cuidado

Comencen les jornades de reflexió sobre la cura, como element polític i social, al Palau Macaya amb la Dolors Comas d’Argemir, de la Universitat Rovira i Virgili, la Sílvia Bofill, de la Universitat de Barcelona i la María Ángeles Durán. En aquesta primera sessió (dijous 21 a las 18.30h) tindrà lloc la conferència inaugural de les jornades de reflexió orientades a avançar cap a la democratizació de la cura. L’emergència sanitària generada per la COVID-19 ha posat de manifest la fragilitat de la organització social de la cura i la necessitat de situar-la al centre del debat social i polític per afrontar els reptes de l’envelliment de les nostres societats.

És una activitat presencial (amb totes les mesures de seguretat), gratuïta, però amb reserva prèvia que podeu fer aqui:

https://palaumacaya.org/ca/p/pandemia-i-cura_a13804241