Monthly Archives: August 2022

CfP Panel sobre Fenomenología en Antropología

S-1 ENFOQUES FENOMENOLÓGICOS: SU PRESENCIA Y ALCANCE EN LA ANTROPOLOGÍA IBÉRICA

 

Coordinación:

Diana Mata Codesal
Universitat de Barcelona/ICA
dianamata @ ub.edu

Carlos Diz
Universidade da Coruña/AGANTRO
carlos.diz @ udc.es

 

Simposio dual:

  1. Parte clásica de presentaciones.
  2. Parte paseada para reflexiones metodológicas a partir de la in/movilidad del cuerpo.

Como indicaran Desjarlais y Throop (2011), la investigación antropológica fenomenológicamente orientada ha crecido en las últimas décadas. Los enfoques fenomenológicos en antropología no conforman un corpus homogéneo, ni en sus referentes ni en sus concreciones analíticas, siendo aplicados en variedad de temas: la experiencia del dolor (Le Breton 2019), la experiencia corporizada de la diferencia (Ahmed 2007), el pensamiento encarnado (Rosaldo 1984), las técnicas y habilidades (Ingold 2000), el cuerpo en movimiento (Spinney 2006), la materialidad incorporada de la alimentación (Mata-Codesal y Abranches 2017), la relación (metodológica) con el entorno (Ruiz-Ballesteros y Valcuende 2020), o la experiencia vivida del ”fuera de lugar” o displacement (Jackson 1995), formas todas de estar-en-el-mundo y habitarlo (o no) desde una intersubjetividad encarnada. Se descentra el sujeto en un “giro hacia fuera” (Ahmed 2019) que difumina las fronteras (supuestamente) nítidas entre el yo y el/lo otro para enfocarse en procesos de inmersión, cohabitación y co-constitución mutua, cada vez más visibilizados en un mundo de interdependencias múltiples.

La percepción y la experiencia aparecen como ejes centrales de la aplicación fenomenológica en antropología (Ram y Houston 2015). Dos elementos destacamos como pivotantes: 1) el interés por una existencia somática en, desde y hacia el cuerpo, el cual 2) se encuentra inmerso en el entorno, habitando el mundo, como condición inescapable de su existencia (Ingold 2000).

De particular interés ha sido el enfoque fenomenológico en investigaciones donde cuerpo y sensorialidad son centrales. Desde el interés temprano por las técnicas del cuerpo apuntadas por Mauss (1936), continuadas por Bourdieu en su habitus (1998) y ampliadas en la sociología carnal de Wacquant (2004), el cuerpo ha pasado de ser un “objeto” de estudio relevante para la antropología “clásica” (Douglas 1996) a ser el agente central en las relaciones cuerpo-mundo (Csordas 1990; Diz 2018), algo palpable en la antropología feminista (Esteban 2004). En paralelo a esta antropología del cuerpo encontramos los desarrollos de la antropología sensorial (Howes 2014), desde sus primeros pasos (Stoller 1989) a sus ejercicios etnográficos actuales (Pink 2015). Lo sensorial como relación con el mundo se culturiza y abre camino a trascender dicotomías asentadas (afuera-adentro, mente-cuerpo, yo-otro, razón-emoción, humano-no humano…).

Ese cuerpo sensible se abre al mundo y a los demás en un entrelazamiento (entanglement), incorporación (embodiment), y emplazamiento (emplacement), elementos procesuales que remiten a una relacionalidad constituyente. Esta relacionalidad nos sitúa ante la pregunta por las fronteiras, que los enfoques fenomenológicos difuminan y a la vez estiran, contestan y a la vez constatan, conscientes de las asimetrías que las recorren y permean.

En este simposio queremos calibrar el alcance de los enfoques fenomenológicos en las investigaciones antropológicas llevadas a cabo en la península ibérica. Nuestra intuición es que enfoques de este tipo subyacen en investigaciones antropológicas de temática diversa, aunque este andamiaje, teórico a veces, metodológico otras, no es siempre explícito. Sentimos que la dispersión temática da lugar a una fragmentación teórica y un aislamiento de investigadoras/es que limita el auto-reconocimiento de aquellas/os que utilizamos enfoques fenomenológicos. Este simposio pretende ser un punto de encuentro y diálogo entre materiales empíricos diversos, pero que comparten guías teórico-conceptuales que beben de postulados fenomenológicos y se interesan por “los-mundos-de-la-vida” y la experiencia encarnada del estar, con otros/as, en el mundo.

Para complementar esta puesta en común en formato de presentaciones, proponemos una segunda parte del simposio experimental y en forma paseada, donde no se requerirían elementos técnicos en particular. A partir del cuerpo en movimiento y la activación perceptiva de los sentidos, proponemos generar crítica y colectivamente reflexiones metodológicas sobre la relación cuerpo-entorno, sin olvidar las posibles exclusiones que este tipo de propuestas podrían generar para algunos colectivos.

Un listado no exhaustivo de temáticas posibles incluiría investigaciones sobre:

  • Sensorialidad de la experiencia vivida
  • Paisajes sensoriales (sensescapes)
  • Percepciones “alteradas”
  • Dolor
  • Encarnación de la diferencia y la alteridad
  • Habilidades, saberes, conocimientos encarnados
  • Movimiento e in/movilidad
  • Alimentación
  • Técnicas y tácticas del cuerpo
  • El cuerpo y la sensorialidad en relacionalidades híbridas y/o más-que-humanas
  • Tecno-ecologías del cuerpo

Idiomas:

castellano, gallego

Referencias: 

Ahmed, Sara (2007) “Phenomenology of whiteness”. Feminist Theory 8(2): 149-168.

Bourdieu, Pierre (1994) “Structures, Habitus, Power: Basis for a Theory of Symbolic Power”. En Dirks, N. et al. (eds.) Cultures, Power, History. Princeton: Princeton University Press.

Csordas, Thomas (1990) “Embodiment as a paradigm for Anthropology”. Ethnos 18(1): 5-47.

Desjarlais, Robert, y Jason Throop (2011) “Phenomenological approaches in anthropology”. Annual Review of Anthropology 40: 87-102.

Diz, Carlos (2018) “Tácticas del cuerpo: activismo y resistencia en la ciudad en crisis”. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares LXXIII(1): 127-152.

Douglas, Mary (1996) Natural Symbols. Londres: Routledge.

Esteban, Mari Luz (2004) Antropología del Cuerpo. Barcelona: Bellaterra.

Howes, David (2014) “El creciente campo de los estudios sensoriales”. Revista Latinoamericana de Estudios sobre Cuerpos, Emociones y Sociedad 6(15): 10-26.

Ingold, Tim (2000) The Perception of the Environment. Essays on Livelihood, Dwelling and Skill. Londres: Routledge.

Jackson, Michael (1995) At Home in the World. Durham: Duke University Press.

Kalpana, Ram y Houston, Christopher (2015) Phenomenology in Anthropology. Bloomington: Indiana University Press.

Le Breton, David (2019) Antropología del Dolor. Madrid: Metales Pesados.

Mata Codesal, Diana y Abranches, Maria (2017) Food Parcels in International Migration. Londres: Palgrave.

Mauss, Marcel (1936) “Les Techniques du Corps”. Journal de Psychologie 32(3-4): 365-386.

Pink, Sarah (2015) Doing Sensory Ethnography. London: SAGE.

Rosaldo, Michelle (1984) “Toward an Anthropology of self and feeling”, En Shweder, R. y Levine R. (eds.) Culture Theory: Essays on Mind, Self and Emotions. Cambridge University Press.

Ruiz-Ballesteros, Esteban y José María Valcuende (2020) “Cuerpos en el entorno: Reflexiones para una etnografía de las percepciones ambientales”. AIBR 15(1): 105-128.

Spinney, Justin (2006) “A place of sense: a kinaesthetic ethnography of cyclists on Mont Ventoux”, Environment and Planning D: Society and Space 24(5): 709-732.

Stoller, Paul (1989) The Taste of Ethnographic Things. Philadelphia: University of Pennsylvania Press.

Wacquant, Loïc (2004) Entre las cuerdas. Madrid: Alianza.

Experiencia encarnada de estar en el mundo

Por fin he podido poner un poco de orden en todo lo que ando leyendo y pensando en los últimos años sobre movilidad, cuerpo y sentidos en torno a la idea fenomenológica básica de la co-producción de la experiencia encarnada de estar en el mundo.

Llegué a la fenomenología buscando una base teórica para algo en lo que llevaba trabajando desde que empecé en la investigación, con mi trabajo para la tesis de master y cómo la alimentación activaba, también corporalmente, experiencias del hogar en personas que lo habían dejado atrás al iniciar procesos migratorios. Con el tiempo amplié esa investigación sobre los paisajes alimentarios de migrantes ecuatorianos en tres espacios bien diferentes, el barrio de Queens en EEUU donde existía una importante población ecuatoriana, el caso de Londres donde en el momento de la investigación había muy pocas personas ecuatorianas residiendo pero donde hay comunidades migrantes asentadas que permiten aplicar técnicas de pick-&-mix gracias a los recursos alimentarios de estos otros grupos, y el caso de la ciudad de Santander donde no había ni una presencia ecuatoriana importante ni de ningún otro grupo migrante hace una década.

Durante el trabajo de campo en los Andes ecuatorianos para mi investigación doctoral escribí un pequeño texto sobre cómo el cuerpo también se vino al campo conmigo, algo sobre lo que no había leído en mi preparación para hacer trabajo de campo. Y os aseguro que leí de manera obsesiva, como una manera de compensar el miedo que tenía por ser una persona muy tímida a no ser capaz de hacer trabajo de campo. Me extrañó la ausencia del cuerpo, los sentidos, en todo lo que leía, como si fuera algo obvio que no requería reflexión, algo sobre lo que por suerte cada vez hay más antropólogas que escriben y reflexionan. En mi caso fue gracias a elementos profundamente sensoriales y corporizados que pude generar relaciones de reciprocidad y mayor horizontalidad, un reconocernos corporal frente a todas nuestras otras diferencias. Fui honesta en el texto que escribí, hablando de aspectos que a mi en ese momento me resultaba difícil mostrar, pero algo de lo que a día de hoy no me arrepiento.

A mi interés por la alimentación que dio lugar a varias publicaciones más se unió el interés por el olor en una confluencia entre lo personal y lo académico, aunque siempre me pregunto si en antropología se puede hacer realmente esta distinción. Mi pareja padece anosmia congénita y en el momento de llevar a cabo el trabajo de campo en un barrio de Barcelona yo estaba embarazada, con lo que tenía aún más afinado un sentido del olfato que ya de normal tenia bastante entrenado. Ese texto, que dediqué a mi hija Elia, es una de los que más he disfrutado dándole forma.

Todas estas vivencias encarnadas eran para mi sin duda de lo que está hecha la vida, social y mamífera de los humanos. Leí mucho, obsesivamente, y disfruté tremendamente las etnografías así como los estudios históricos de los estudios sensoriales y de la etnografía sensorial. A esto se unió que tuve la suerte de dar clase de antropología durante un par de cursos a estudiantes de Bellas Artes. Aunque fueron los años de las restricciones por la covid19, en los que el uso obligatorio de la mascarilla y la distancia social interrumpían la continuidad de la sensorialidad de la vida a la que estábamos acostumbradas, esa misma interrupción brusca hacía “visible” la parte sensible de nuestra experiencia diaria que habitualmente se encuentra “invisibilizada”. Tuve la suerte de que la propuesta pedagógica que les hice de aplicar técnicas que utilizamos en la antropología para que aprendieran haciendo el uso de técnicas como la entrevista, las derivas urbanas o la observación flotante entre muchas otras, dio lugar a trabajos excepcionales sobre el olor, el dolor, el cuerpo en movimiento, etc. que gracias a la creatividad de los y las estudiantes de Bellas Artes me permitió  experimentar y reflexionar sobre las posibilidades de elicitación de un sentido como el olfato para el que carecemos de vocabulario específico así como sobre cuestiones representacionales de todo aquello que tiene que ver con el cuerpo y los sentidos.

Y a pesar de lo satisfactorio que me resultaba leer sobre tipologías, relaciones de poder, simbologías sensoriales, no dejaba de encontrarlas, como mi propio trabajo, demasiado descriptivas, una magnífica escritura evocativa que no era capaz de abstraer más allá de cuestiones largamente establecidas.

Y es ahí donde, tras mi paso por la economía, la antropología y los escarceos con la geografía humana, siento que me hace falta leer (y tratar de entender, algo no fácil para alguien que no tiene formación filosófica previa) filosofía. Y llego a la fenomenología de la mano de Sara Ahmed. Y ahí ando. Por si alguien se encuentra también explorando, dejo un pequeño esquema en el que trato de ubicar mis intereses de investigación y poner en relación algunas de las autoras y autores y sus principales conceptos.

Mind map con flechas y cuadros